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LOS FAMOSOS BABY BLUES, ¿MITO O REALIDAD?

Chari de Sanchinelli - Mamá cero bolas          / Noviembre 2018

LOS FAMOSOS BABY BLUES, ¿MITO O REALIDAD?

El otro día estaba en el salón y mientras me hacían el manicure me puse a hablar con mi manicurista. Ella es una jovencita de 19 años que se acaba de convertir en mamá. Por azares del destino ella es madre soltera, por lo que todavía vive en casa de sus padres. Platicando con ella sobre como se sentía en esta nueva etapa, me comentaba que sentía raro el no poder hacer click con su bebita. También me contó que su mamá le dice constantemente que es mala madre por no querer estar pegada a la bebé todo el día. Ella se siente re mal y súper triste todo el tiempo, y los comentarios negativos y ofensivos de su mamá no ayudan. Pero, ¿por qué te cuento todo esto? Te cuento que cuando nació Luca obviamente fue el día más feliz de mi vida, sin embargo el cansancio, el no saber qué hacer con un bebé (madre primeriza) y el tener una dosis enorme de hormonas fue la receta perfecta para tener los famosos baby blues. Claro está, durante mi embarazo yo leía sobre este tema pero jamás pensé que fuera cierto y mucho menos me imaginaba que me iba a pasar. En fin, me pasó y te soy bien sincera, al principio no entendía qué me estaba pasando y después entré en negación porque no quería ser una “estadística” más. De acuerdo con el sitio americanpregnancy.org, entre el 70-80% de las mujeres que acaban de dar a luz experimentan cambios de humor. Este tema es bastante difícil de platicar con tus familiares y amigos porque sigue siendo tabú y, por lo mismo, pasan dos cosas: la primera, te juzgan y te hacen sentir mal porque ¿no es un momento de sentirte feliz por la llegada de tu chiquitín? ¡Sos rara! Así que pone cara alegre y déjate de cuentos. Y la segunda, nadie te platica su experiencia real, lo único que te dicen es que la maternidad es un cuento de hadas perfecto; y lo más triste es que en serio pensamos que estamos solas y que somos raras porque a nadie de tu círculo de amistades le ha pasado. ¡Mentira! Es más común de lo que creemos. Lo qué sucede es que nos vemos obligadas a poner una sonrisa en la cara y a llevar la fiesta por dentro. Fue precisamente por no hablar y decir cómo me sentía en realidad que tuve varios problemas con mi familia, sobretodo con mi esposo. Mientras más me callaba y más cara de felicidad ponía, más triste me iba poniendo, hasta que explotaba y paraba peleando hasta con la hormiga que me pasaba enfrente. Pero te estarás preguntando ¿cuáles son los síntomas? Algunos de ellos incluyen:

  • Llorar sin ningún motivo o razón
  • Impaciencia
  • Irritabilidad
  • Inquietud
  • Ansiedad
  • Fatiga
  • Insomnio (aún cuando el bebé duerme)
  • Tristeza
  • Cambios de humor
  • Mala concentración

Para mi sorpresa los tuve TODOS!! Así es, todos y cada uno de estos síntomas se convirtieron en mi diario vivir. Definitivamente SI fui parte de la estadística. Y te digo, es una tortura, ya que hasta la fecha sufro de insomnio. Como te comentaba anteriormente, yo ya había leído sobre el tema pero nunca le puse mucho interés ni me informé mejor al respecto (de hecho, hasta hace poco me enteré que los baby blues entran en la categoría de depresión post parto). Sin embargo, es la forma más leve de este tipo de depresión y dura alrededor de 15 días. Definitivamente fue un error de mi parte el no haberlo platicado con nadie ni haber pedido ayuda. Si yo hubiera platicado de esto con mi doctor, me hubiera ahorrado muchísimos problemas y mi matrimonio no hubiera pasado por ese camino tan duro por el que pasó. Existen diferentes consejos que te pueden ayudar a sentirte mejor:

  • Platícale a alguien de tu plena confianza sobre cómo te sientes.
  • Mantén una dieta balanceada, aunque parezca difícil porque tienes un recién nacido en casa y no tienes tiempo ni para bañarte.
  • Lleva un diario en el cual puedas plasmar tus pensamientos y sentimientos.
  • Sal y disfruta al aire libre. Un cambio de ambiente que no incluya pañales, pachas, vómitos del bebé, etc., ayuda muchísimo a despejar tu mente.
  • Pide ayuda, SI! Hazlo, es lo mejor que puedes hacer. Yo muchas veces llamé a mi mamá en un mar de llanto porque estaba exhausta y necesitaba dormir. Ella venía en cuanto podía y me dejaba dormir por lo menos una hora.
  • No seas tan dura contigo misma y no busques la perfección en todo. Estás empezando un nuevo trabajo, el más importante de tu vida, asi que deja que las cosas fluyan y relájate.

Gracias a Dios mis baby blues ya son cosa del pasado y pude regresar a mi vida normal. Mi matrimonio ha tenido pruebas que se nos han puesto en el camino y lo bueno es que se pueden superar. Hoy por hoy disfruto plenamente a mi familia, así que te invito a platicar con alguien si en algún momento te sientes triste o sola. Recuerda, la maternidad se tiene que vivir acompañada, ya sea por familiares, amigos o, mejor aún, ambos.

 Un abrazo,

 

Chari

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